Crianza, Preadolescencia
La Montaña Rusa está a la vuelta de la Esquina
No soy mucho de adrenalina. Sobre todo la que tiene que ver con cosas físicas como la montaña rusa, el tagadá o la rueda de la fortuna. El subibaja del parque me produce demasiada sensación en el pecho y con las justas tolero el gusanito porque sé que es inocuo y a mis hijos les encantaba. Ella, la niña de la foto, es otro cantar. Anda contando los centímetros para poder subir a los juegos de grandes del Play Land Park con su papá, perfecto partner de adrenalinas.
Hoy, ordenando la ropa que vamos a donar, se probó un jean que su hermano dejó a inicios del año pasado, sacó del cajón un polo mío que se encogió y, por ende, ella se apropió. Encontró el chullo que le regaló su abuelito Chayo y las balerinas de la última actuación del 2019. Se metió al baño y ¡zas! salió así, enorme. Creo que la montaña rusa ya está a la vuelta de la esquina.
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